1. Aceptación. Este es el primer paso, y el más importante, para iniciar el camino de la superación. Es necesario que ACEPTES lo que te pasó o te está pasando; rechazarlo o renegar contra ello no servirá de nada, solo retrasará tu proceso de curación. Cambia el ¿Por qué a mí? por un “Bueno, me pasó, ahora debo ver qué hago”.
2. Duelo. Aunque parezca irónico, es necesario pasar por un etapa de duelo, y para esto no necesariamente se tiene que haber muerto alguien. Cuando pasamos por una ruptura, la pérdida de un trabajo, un momento difícil en general, es necesario que nos tomemos un poquito de tiempo para asimilarlo bien. Démonos un espacio, un respiro, un momento para pensar, así luego volveremos “a la carga” con más fuerza.
3. Darnos fuerzas. Siempre es bueno escuchar los consejos de las personas en quien confiamos, pero nadie mejor que nosotros para saber qué es lo que nos impulsa a luchar día a día. Piensa en todos los motivos que tienes para salir adelante, incluso puedes hacer una lista. Pueden ser personas, sueños, lugares.... nadie mejor que tú para saberlo.
4. Ver el otro lado. Preguntarnos ¿Por qué a mí? es absolutamente inútil, pero preguntarnos solo ¿Por qué? puede resultar beneficioso en cierto sentido. Todas las cosas pasan por algo, así que tratemos de buscarle el lado positivo al asunto. Si un ciclo se cerró, comenzará algo mejor, si perdimos algo, ganaremos mucho más, es cuestión de tratar de ver el otro lado del asunto para mantenernos positivos.
5. Nuevos proyectos. Luego de haber hecho nuestro duelo y de haber identificado los motivos por los que queremos seguir adelante, llega el momento de la acción. Ya estamos listos para “salir a la cancha” nuevamente, ilusionémonos con nuevos proyectos, es el momento de volver a arriesgarnos y de volver a confiar, es algo que nunca debemos perder, es lo que va a impulsar nuestra capacidad de mantenernos positivos.
6. Meditar. Hagamos de la meditación una práctica diaria en nuestra vida, es absolutamente saludable para nuestra mente. Reservar 15 a 30 minutos de nuestro día para poner nuestra mente en blanco y luego empezar a visualizar cosas positivas nos hará un bien enorme. La meditación es una herramienta esencial para que podamos mantener nuestro equilibrio. Si se vuelve parte de nuestra rutina, encontraremos muchas de las respuestas que estábamos buscando en esos escasos minutos.
2. Duelo. Aunque parezca irónico, es necesario pasar por un etapa de duelo, y para esto no necesariamente se tiene que haber muerto alguien. Cuando pasamos por una ruptura, la pérdida de un trabajo, un momento difícil en general, es necesario que nos tomemos un poquito de tiempo para asimilarlo bien. Démonos un espacio, un respiro, un momento para pensar, así luego volveremos “a la carga” con más fuerza.
3. Darnos fuerzas. Siempre es bueno escuchar los consejos de las personas en quien confiamos, pero nadie mejor que nosotros para saber qué es lo que nos impulsa a luchar día a día. Piensa en todos los motivos que tienes para salir adelante, incluso puedes hacer una lista. Pueden ser personas, sueños, lugares.... nadie mejor que tú para saberlo.
4. Ver el otro lado. Preguntarnos ¿Por qué a mí? es absolutamente inútil, pero preguntarnos solo ¿Por qué? puede resultar beneficioso en cierto sentido. Todas las cosas pasan por algo, así que tratemos de buscarle el lado positivo al asunto. Si un ciclo se cerró, comenzará algo mejor, si perdimos algo, ganaremos mucho más, es cuestión de tratar de ver el otro lado del asunto para mantenernos positivos.
5. Nuevos proyectos. Luego de haber hecho nuestro duelo y de haber identificado los motivos por los que queremos seguir adelante, llega el momento de la acción. Ya estamos listos para “salir a la cancha” nuevamente, ilusionémonos con nuevos proyectos, es el momento de volver a arriesgarnos y de volver a confiar, es algo que nunca debemos perder, es lo que va a impulsar nuestra capacidad de mantenernos positivos.
6. Meditar. Hagamos de la meditación una práctica diaria en nuestra vida, es absolutamente saludable para nuestra mente. Reservar 15 a 30 minutos de nuestro día para poner nuestra mente en blanco y luego empezar a visualizar cosas positivas nos hará un bien enorme. La meditación es una herramienta esencial para que podamos mantener nuestro equilibrio. Si se vuelve parte de nuestra rutina, encontraremos muchas de las respuestas que estábamos buscando en esos escasos minutos.
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