Ya libérate! ¡tira ya ese costal que llevas en la espalda en el guardas el resentimiento, el rencor y la culpa. Deja ya de culpar a otros y a tu pasado por lo que no marcha bien en tu vida. Cada día tienes la oportunidad de empezar otra vez.
Cada mañana, al abrir los ojos, naces de nuevo, recibes otra oportunidad para cambiar lo que no te gusta y para mejorar tu vida. La responsabilidad es toda tuya. Tu felicidad no depende de tus padres, de tu pareja, de tus amigos, de tu pasado, depende solo de ti.
¿Qué es lo que te tiene paralizado?, ¿el miedo al rechazo?, ¿al éxito?, ¿al fracaso?, ¿al que dirán?, ¿a la crítica?, ¿a cometer errores?, ¿a estar solo? ¡Rompe ya las cadenas que tu mismo te has impuesto! A lo único que le debes tener miedo es a no ser tú mismo, a dejar pasar tu vida sin hacer lo que quieres, a desaprovechar esta oportunidad de mostrarte a otros, de decir lo que piensas, de compartir lo que tienes.
Tú eres parte de la vida y como todos, puedes caminar con la frente en alto. Los errores del pasado ya han sido olvidados y los errores del futuro serán perdonados. Date cuenta de que nadie lleva un registro de tus faltas, solo tú mismo. Ese juez que te reprocha, ese verdugo que te castiga, ese mal amigo que siempre te critica, ¡eres tú mismo! Ya déjate en paz, ya perdónate, sólo tú puedes lograrlo.
¿Cuándo vas a demostrar tu amor a tus seres queridos?, ¿Cuándo te queden unos minutos de vida?, ¿Cuándo les queden a ellos unos minutos de vida?
El amor que no demuestres hoy, se perderá para siempre. Recuerda que la vida es tan corta y tan frágil que no tenemos tiempo que perder en rencores y estúpidas discusiones. Hoy es el día de perdonar las ofensas del pasado y de arreglar las viejas rencillas. Entrégate a los que amas sin esperar cambiarlos, acéptalos tal como son y respeta el don más valioso que han recibido: Su libertad.
Disfruta de tus relaciones sin hacer dramas. Si pretendes que todos hagan lo que tú quieres o que sean como tú has decidido, si pretendes controlar a los que te rodean, llenarás tu vida de conflicto. Permite a otros que tomen sus propias decisiones como has de tomar las tuyas, tratando siempre de lograr lo que es mejor para todos. Así podrás llenar tu vida de armonía.
Y por último, ¿Qué estás esperando para empezar a disfrutar de tu vida? ¿Que se arreglen todos tus problemas?, ¿Que se te quiten todos tus traumas?, ¿Que por fin alguien reconozca tu valía?, ¿Que llegue el amor de tu vida?, ¿Que regrese el se fue?, ¿Que todo te salga como tú quieres?, ¿Que se acabe la crisis económica?, ¿Que te suceda un milagro?, ¿Que por arte de magia todo sea hermoso y perfecto?
¡Despierta ya hermano!, ¡Despierta ya hermana!, ¡Esta es la vida!
La vida no es lo que sucede cuando todos tus planes se cumplen, ni lo que pasará cuado tengas eso que tanto deseas. La vida es lo que está pasando en este preciso instante. Tú vida en este momento es leer este párrafo, donde quiera que lo estés haciendo y con las circunstancias que te rodean ahora. En este momento tu corazón lleva sangre a todas las células de tu cuerpo y tus pulmones llevan oxígeno a donde se necesita. En este momento algo que no podemos comprender, te mantiene vivo y te permite, ver, pensar, expresarte, moverte, reír, ¡hasta llorar si quieres!
No te acostumbres a la vida, no te acostumbres a despertar todos los días y estar aburrido, o malhumorado, o preocupado. Abre tus ojos y agradece todas las bendiciones que puedes ver, agradece tu capacidad de oír el canto de los pájaros, tu música preferida, la risa de tus hijitos. Pon tus manos en tu pecho y siente tu corazón latir con fuerza diciéndote: 'Estás vivo, estás vivo, estás vivo'.''
Yo se que la vida no es perfecta, que está llena de situaciones difíciles.
Tal vez, así es como se supone que sea. Tal vez por eso se te han brindado todas las herramientas que necesitas para enfrentarla: Una gran fortaleza que te permite soportar las pérdidas, la libertad de elegir como reaccionar ante lo que sucede, el amor y el apoyo de tus seres queridos.
Se también que tú no eres perfecto, nadie lo es. Y sin embargo, millones de circunstancias se han reunido para que existas. Fuiste formado a partir de un diseño maravilloso y compartes con toda la humanidad sus virtudes y defectos. Así está escrito en tus genes, en los genes de todos los seres humanos que han existido y en todos los que existirán.
Tus pasiones, tus miedos, tus heridas, tus debilidades, tus secretos y tu agresión, los compartes con todos tus hermanos. ¡Bienvenido a la raza humana! Esos supuestos defectos son parte de tu libertad, parte de tu humanidad.
Si te preguntas ¿Quién soy yo para decirte todo esto?
Te contestaré que no soy nadie, soy simplemente una versión diferente de lo que tú eres. Otro ser humano más entre miles de millones, pero uno que ha decidido ser libre y recuperar todo el poder de su vida... Espero que tú también decidas hacerlo.
Tomado del libro “El Esclavo” de Francisco J. Ángel Real
☼ Creer en uno mismo es la base de la personanlidad, el cimiento desde donde se elevará nuestro espíritu... ☼
jueves, 22 de septiembre de 2011
lunes, 19 de septiembre de 2011
El Agricultor
Este señor año por año ganaba el premio a las flores más grandes y de mejor calidad y como era de esperarse era la admiración de todos en la región; un día se acercó un periodista de un canal de televisión a preguntarle el secreto de su éxito, a lo que el hombre contesto:
- Mi éxito se lo debo a que de cada cultivo saco las mejores semillas y las comparto con mis vecinos, para que ellos también las siembren.
- ¿Cómo?- respondió el periodista- pero eso es una locura, acaso no teme que sus vecinos se hagan famosos como usted y le quiten su importancia?
El hombre dijo:
- Yo lo hago porque al tener ellos buenos sembrados el viento me va a devolver a mi cultivo buenas semillas y la cosecha va a ser mayor; si no lo hiciera así ellos sembrarían semillas de mala calidad que el viento traería a mi cultiva y cruzaría las semillas, haciendo que mis flores sean de mala calidad.
Lo mismo ocurre en nuestra vida. Quienes decidan vivir bien, deben ayudar a que los demás vivan bien, porque el valor de una vida se mide por las vidas que toca. Quienes optan por ser felices, deben ayudar a que otros encuentren la felicidad, pues el bienestar de cada uno está unido al bienestar común.
- Mi éxito se lo debo a que de cada cultivo saco las mejores semillas y las comparto con mis vecinos, para que ellos también las siembren.
- ¿Cómo?- respondió el periodista- pero eso es una locura, acaso no teme que sus vecinos se hagan famosos como usted y le quiten su importancia?
El hombre dijo:
- Yo lo hago porque al tener ellos buenos sembrados el viento me va a devolver a mi cultivo buenas semillas y la cosecha va a ser mayor; si no lo hiciera así ellos sembrarían semillas de mala calidad que el viento traería a mi cultiva y cruzaría las semillas, haciendo que mis flores sean de mala calidad.
Lo mismo ocurre en nuestra vida. Quienes decidan vivir bien, deben ayudar a que los demás vivan bien, porque el valor de una vida se mide por las vidas que toca. Quienes optan por ser felices, deben ayudar a que otros encuentren la felicidad, pues el bienestar de cada uno está unido al bienestar común.
miércoles, 7 de septiembre de 2011
Tus palabras
Que tus palabras sean como aguas mansas pero en constante movimiento,
que con paciencia se van abriendo camino.
Que sean una bendición para los campos áridos, que sean dadoras de vida para todas las plantas que se nutran de tus palabras convertidas en agua.
Que con dulzura se introduzcan en la vida de los sedientos, que necesitan de un trago para seguir viviendo, no te fijes quien se aprovecha de ellas, simplemente fluye.
Las palabras pueden ser una poesía, una frase celebre, un consejo, un cuento, una felicitación, una reflexión, incluso hasta un chiste, sin embargo deben seguir un cauce de amor para que llegue a todos.
Tus palabras pueden ser también en un momento dado, como las aguas que bajan con fuerza, velocidad y en grandes cantidades, destructivas y mortales, pues a su paso se desbordan y ahogan.
Esta diferencia la marca los sentimientos que nos embargan en el momento que las emitimos, de cada quien depende que nuestras palabras den vida o por el contrario destruyan y asesinen.
Transformémonos igual que el agua, que nuestras palabras y pensamientos cuando no sean positivos se conviertan en hielo, y queden mudas y estáticas.
Que cuando sean para compartir éstas sean líquido, que se usa para conservar y crear la vida.
Que sean una bendición para los campos áridos, que sean dadoras de vida para todas las plantas que se nutran de tus palabras convertidas en agua.
Que con dulzura se introduzcan en la vida de los sedientos, que necesitan de un trago para seguir viviendo, no te fijes quien se aprovecha de ellas, simplemente fluye.
Las palabras pueden ser una poesía, una frase celebre, un consejo, un cuento, una felicitación, una reflexión, incluso hasta un chiste, sin embargo deben seguir un cauce de amor para que llegue a todos.
Tus palabras pueden ser también en un momento dado, como las aguas que bajan con fuerza, velocidad y en grandes cantidades, destructivas y mortales, pues a su paso se desbordan y ahogan.
Esta diferencia la marca los sentimientos que nos embargan en el momento que las emitimos, de cada quien depende que nuestras palabras den vida o por el contrario destruyan y asesinen.
Transformémonos igual que el agua, que nuestras palabras y pensamientos cuando no sean positivos se conviertan en hielo, y queden mudas y estáticas.
Que cuando sean para compartir éstas sean líquido, que se usa para conservar y crear la vida.
El Secreto del éxito es ser tú mismo
El verdadero secreto del éxito es ser uno mismo, es hacer realmente lo que uno desea, es sentir realmente lo que uno desea sentir, es centrarse en lo más profundo de uno mismo, y ver lo que uno siente y eliminar todo aquello que nos estorba , que nos aparta de nosotros mismos.
Es olvidar el pasado y vivir el ahora con toda nuestra alma, concentrados en lo que vemos, lo que sentimos, lo que escuchamos, lo que olemos, saboreando la vida al máximo, disfrutando de todos los regalos de la vida, de todo lo que compartimos con los demás, deleitándonos con la belleza que nos rodea, amando y dejando que nos amen, creyendo en nosotros mismos y en nuestra grandeza, y en los demás y su grandeza, afirmando nuestros deseos en voz alta, sabiendo que ya están conseguidos.
El secreto del éxito es crear un mundo al que todos quieran pertenecer, afirmar y decretar con certeza absoluta todo lo que albergamos en nuestro corazón, es hacer lo mejor que podemos cualquier cosa, es entregarnos y comprometernos al 100% en cada momento de nuestra vida, es liderar con el corazón siempre, es navegar por la vida sabiendo hacia donde vas, desafiando al destino, es saber lo que va a suceder puesto que es consecuencia de nuestros deseos, convicciones, determinación, coraje, decisión, trabajo en equipo, nuestra visión y nuestra fe.
El secreto del éxito es saber que estás cumpliendo con tu misión en la vida que no es otra cosa que seguir los dictados de tu corazón. ¡Ahora que conoces el secreto del éxito, sé una persona de éxito y vive con pasión escuchando tu corazón!
Autor desconocido
Es olvidar el pasado y vivir el ahora con toda nuestra alma, concentrados en lo que vemos, lo que sentimos, lo que escuchamos, lo que olemos, saboreando la vida al máximo, disfrutando de todos los regalos de la vida, de todo lo que compartimos con los demás, deleitándonos con la belleza que nos rodea, amando y dejando que nos amen, creyendo en nosotros mismos y en nuestra grandeza, y en los demás y su grandeza, afirmando nuestros deseos en voz alta, sabiendo que ya están conseguidos.
El secreto del éxito es crear un mundo al que todos quieran pertenecer, afirmar y decretar con certeza absoluta todo lo que albergamos en nuestro corazón, es hacer lo mejor que podemos cualquier cosa, es entregarnos y comprometernos al 100% en cada momento de nuestra vida, es liderar con el corazón siempre, es navegar por la vida sabiendo hacia donde vas, desafiando al destino, es saber lo que va a suceder puesto que es consecuencia de nuestros deseos, convicciones, determinación, coraje, decisión, trabajo en equipo, nuestra visión y nuestra fe.
El secreto del éxito es saber que estás cumpliendo con tu misión en la vida que no es otra cosa que seguir los dictados de tu corazón. ¡Ahora que conoces el secreto del éxito, sé una persona de éxito y vive con pasión escuchando tu corazón!
Autor desconocido
jueves, 1 de septiembre de 2011
Permitirse ser débil
Permitirse llorar no es fácil. Nos han educado para ser fuertes, ser árboles de pie ante las adversidades de la vida.
Muchas veces sentimos angustia, el pecho dolorido ante tantas presiones y seguimos caminando, no nos detenemos a llorar: “Debes ser fuerte…”, “Llorar es de los débiles…”, “Los hombres no lloran…”, “Llorar es sinónimo de flaqueza…”
Tantas frases hemos escuchado en nuestra infancia, en nuestra juventud que, ante el dolor, la pérdida, las injusticias, el fracaso no nos permitimos llorar y agobiados ante tantas presiones y exigencias en esos pequeños instantes íntimos, “nuestros”, cuando estamos solos, nos dejamos llevar y las lágrimas que ahogaban nuestro ser empiezan a brotar…
Sufrir la pérdida de ciertas cosas es inherente a la vida del ser humano. Muchas veces las cosas que perdemos o que se rompen en nuestras vidas son irreemplazables y ni siquiera nosotros mismos podemos repararlas.
Los que nos quieren, muchas veces pueden ayudarnos a aliviar nuestro dolor y a soportar las pérdidas.
Cuando somos padres, tratamos de demostrar a nuestros hijos que somos fuertes, que nada nos quiebra, que nada nos duele, ya que tememos dañarlos con nuestras debilidades y con nuestras lágrimas…. ¡qué equivocados estamos…!
Ellos saben de nuestras tristezas y de nuestras alegrías. Tan sólo con mirarnos, con abrazarnos, con acariciarnos, perciben nuestro dolor.
No pidamos permiso para llorar, si sentimos que no podemos contener nuestras lágrimas, si sentimos que el corazón nos duele: Lloremos… No tenemos que ser fuertes todo el tiempo, toda la vida.
Debemos permitirnos ser, por momentos, débiles y dejar que nuestros sentimientos salgan.
Muchas veces sentimos angustia, el pecho dolorido ante tantas presiones y seguimos caminando, no nos detenemos a llorar: “Debes ser fuerte…”, “Llorar es de los débiles…”, “Los hombres no lloran…”, “Llorar es sinónimo de flaqueza…”
Tantas frases hemos escuchado en nuestra infancia, en nuestra juventud que, ante el dolor, la pérdida, las injusticias, el fracaso no nos permitimos llorar y agobiados ante tantas presiones y exigencias en esos pequeños instantes íntimos, “nuestros”, cuando estamos solos, nos dejamos llevar y las lágrimas que ahogaban nuestro ser empiezan a brotar…
Sufrir la pérdida de ciertas cosas es inherente a la vida del ser humano. Muchas veces las cosas que perdemos o que se rompen en nuestras vidas son irreemplazables y ni siquiera nosotros mismos podemos repararlas.
Los que nos quieren, muchas veces pueden ayudarnos a aliviar nuestro dolor y a soportar las pérdidas.
Cuando somos padres, tratamos de demostrar a nuestros hijos que somos fuertes, que nada nos quiebra, que nada nos duele, ya que tememos dañarlos con nuestras debilidades y con nuestras lágrimas…. ¡qué equivocados estamos…!
Ellos saben de nuestras tristezas y de nuestras alegrías. Tan sólo con mirarnos, con abrazarnos, con acariciarnos, perciben nuestro dolor.
No pidamos permiso para llorar, si sentimos que no podemos contener nuestras lágrimas, si sentimos que el corazón nos duele: Lloremos… No tenemos que ser fuertes todo el tiempo, toda la vida.
Debemos permitirnos ser, por momentos, débiles y dejar que nuestros sentimientos salgan.
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